Pensamientos en el día de los tres reyes magos 2013-01-06
En Jesús,
la palabra de Dios que compartía la gloria y el honor del Dios padre, se encarno e hizo hombre, Materializando
así la declaración de amor del creador por su creación.
Este amor incluye la entera humanidad. Los tres magos, de procedencia pagana, la representaron delante la cuna del Dios hombre.
En Jesús
la naturaleza del Dios y la del hombre se unieron dejando nos evidencia concreta del amor del
creador por su creación.
Fue
por amor que Dios hijo compartió nuestra humanidad. Al adoptar Dios nuestra
naturaleza hizo que para siempre todo lo humano hable de Dios ya que en Jesús, Dios y
el hombre se juntaron una unión inseparable y perfecta.
En Jesús,
el Dios hombre, vemos los atributos de
nuestro creador que por nuestro bien se humilla y adopta la naturaleza del
hombre reteniendo los atributos de Dios y nos muestra que es humilde y nosotros también debemos ser
humildes. Jesús es obediente a la ley y
nosotros debemos de obedecer. Jesús fue compasivo y generoso y nosotros también
debemos ser compasivos y generosos. Jesús nos dio muestra de su misericordia infinita que jamás niega el
perdón al que la busca, solo pide un corazón contrito y arrepentido; el perdono a
sus verdugos antes de morir en la cruz y
nosotros debemos de perdonar.
Es
verdad que Jesús nació para morir como
todo ser humano. Lo único que se puede predecir sobre un recién nacido es que
este morirá algún día; lo diferente es que Jesús venia para redimirnos pero
también para ensenarnos y no solo con palabras
si no por ejemplo y darnos la prueba del amor del creador por su creación. No
hay que olvidar que nunca nos promete felicidad en esta vida nos dice carga tu
cruz y sígueme.
Jesús
compartió nuestra naturaleza en todo, menos en el pecado, por lo tanto el milagro más grande de la creación es el portal del cielo que hizo
posible la encarnación del Dios hombre y nos dejo con el misterio de la Inmaculada Concepción.
Dios
nuestro creador no busco placeres ni comodidades materiales, así lo demostró desde
su nacimiento al escoger nacer en un
pesebre. El busco corazones puros para
que lo recibieran y escogió a María y José.
El Dios del amor no encontró sitio en el mundo que creo y nada
ha cambiado hoy en día, nadie tiene
tiempo para Dios que nos sigue amando a pesar de nuestros rechazos, faltas y
pecados.
Es
verdad que Jesús nació para morir y
redimirnos pero también para dejarnos en manera concreta la prueba del
amor del creador a su creación para dejarnos su ejemplo de
cómo vivir una vida santa y agradable a nuestro padre creador.
Maria Fischinger
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